Un total de 220 hectáreas han quedado calcinadas desde que el domingo se activara un intenso incendio en el sur de Tenerife. Todos los vecinos que viven junto al Teide están en alerta y con miedo de que pueda llegar a sus casas. Para colmo, la meteorología no ayuda: durante el domingo y el lunes las llamas avivaron las llamas y empeoró la situación, por lo que el Cabildo ha tenido que mandar refuerzos. Afortunadamente, a partir de este martes cambia el tiempo en la isla.
Después de dos días de intenso temporal, parece que la situación meteorológica se va a relajar en el sur de la isla. En Vilaflor, la localidad más cercana al fuego, se prevén para este martes vientos no superiores a los 10 kilómetros por hora, alcanzando incluso los 0. De hecho, en las zonas más susceptibles de que lleguen las llamas están desactivados los avisos por fenómenos costeros, muy relacionados con el viento, que sí están activados en la cara norte.
Así, se prevé que en general las condiciones meteorológicas ayuden a sofocar las llamas de un incendio que ya ha arrasado 220 hectáreas de bosque y que aún no se puede dar por controlado.
Desde el pasado domingo hay 120 efectivos trabajando y este martes se incorporan dos hidroaviones y otro helicóptero para ganar la batalla a las llamas.
El origen, una posible imprudencia.
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